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Auriculoterapia

La Auriculoterapia

La Auriculoterapia es una técnica centenaria en la que, mediante la ayuda de agujas, imanes, semillas, electropuntura, luces de colores o la simple presión con los dedos o las uñas en puntos de la oreja (pabellón auricular), se estimulan ciertos puntos energéticos que se corresponden con puntos de acupuntura o reflejos, consiguiendo así tratar y mejorar ciertos trastornos y enfermedades.

En la oreja se refleja una imagen parecida a la de un feto en el útero, orientado cabeza abajo, y ello es debido a que el pabellón auricular contiene el reflejo nervioso y energético de todas las zonas del cuerpo humano, por lo que al estimular adecuadamente ciertos puntos, se transmite dicho estímulo a la región o zona corporal correspondiente y a los órganos, repercutiendo en sus posibles disfunciones.

Estos puntos tienen una resistencia diferente al paso de la corriente eléctrica que el resto de su entorno, por lo que se puede verificar su existencia de forma precisa mediante aparatos electrónicos especiales. En caso de encontrarse especialmente sensibles, pueden ser también utilizados como ayuda para el diagnóstico de problemas, pudiendo resultar también de utilidad para prevenir problemas antes de que aparezcan.

La terapia se basa en buscar el equilibrio energético del organismo. Al ser estimulados los puntos concretos que deben ser tratados, se ayuda a restablecer el equilibrio energético alterado relacionado con el trastorno o enfermedad. Se pueden tratar diversas disfunciones al mismo tiempo y se puede servir de refuerzo para conseguir mejores resultados de otras terapias, ya que puede potenciar el equilibrio y la armonización terapéutica.

Se ha constatado su eficacia en casos de alteraciones de la acidez estomacal, estreñimiento, todo tipo de dolores, neuralgias, ansiedad, depresión, estrés, alergias, asma, insomnio, dismenorrea, sobrepeso… En este último caso, se viene utilizando mucho debido a que puede ayudar a disminuir la ansiedad y el apetito, a reducir la retención de líquidos, y eliminar toxinas, así como a favorecer un estado emocional más equilibrado, con una sensación de mayor bienestar gracias a la liberación de endorfinas, lo que puede contribuir a aumentar la fuerza de voluntad. Aunque en muchas ocasiones los resultados pueden notarse muy rápidamente, en muchos casos más complejos, se suele requerir varias sesiones para que los efectos se hagan evidentes y se consoliden.

Es una técnica no invasiva, prácticamente indolora, cómoda y segura. En nuestro centro utilizamos solamente semillas, de forma que no hay pinchazo ni se corre el riesgo de infección por la inserción de agujas. Tiene, no obstante, poca eficacia en aquellos casos en que se toman altas dosis de psicofármacos. Está contraindicada en caso de que la oreja esté afectada por quemaduras, cortes o eczema, si está roja o irritada. También está desaconsejado en caso de mujeres embarazadas.

La Auriculoterapia para ayudar a controlar el peso

Basándose en la técnica de la auriculoterapia, se ponen unas semillas con forma redondeada y debidamente esterilizadas, que no causan dolor ni conllevan pinchazo, en determinados puntos de la oreja (pabellón auricular), que son centros energéticos que se corresponden con puntos de acupuntura o reflejos, y que al ser estimulados generan unas reacciones que pueden ayudar en tratamientos de control del peso.

Al ser estimulados algunos puntos concretos se ayuda a restablecer el equilibrio energético alterado relacionado con algún trastorno. Se pueden tratar diversas disfunciones al mismo tiempo y también puede servir de refuerzo para conseguir mejores resultados de otras técnicas, ya que puede potenciar su acción terapéutica. Y eso es importante en casos de control de peso porque, en general y muy a menudo, el sobrepeso no implica solamente “comer demasiado”, sino que lleva aparejados otros problemas que interaccionan entre ellos, como pueden ser la ansiedad, el impulsivismo, la alta sensibilidad, la baja autoestima, estrés, depresión, insomnio, cansancio, dolores, malas digestiones, estreñimiento, intolerancias alimentarias, retención de líquidos, alteraciones hormonales, y un etcétera tan largo como diferentes personas hay. Por eso es muy importante personalizar el tratamiento mediante aquellos puntos específicos para cada caso, para cada situación y para cada momento.

Es fundamental tener en cuenta la corrección y armonización de aquellos hábitos alimenticios y de comportamiento de la persona, incluyendo los emocionales, que estén contribuyendo al problema. La auriculoterapia por sí sola no resolvería el problema, pero puede ser una gran ayuda para facilitar unos resultados que utilizando una sola técnica o acción, ya sea alimenticia o de otro tipo, resultarían insuficientes, como suele suceder en una gran parte de casos de sobrepeso que son resistentes a la acción de las dietas. Es por esa razón que la auriculoterapia la solemos utilizar como una de las técnicas de ayuda en la Armonización Natural del Peso, en la que se facilita que la persona pueda mejorar sus hábitos alimenticios y su gestión emocional, sin que ello le suponga tanto esfuerzo o sacrificio como hacer una dieta, ya que no hay tanta sensación de privación o castigo, sino una alta motivación para vivir de forma más saludable.

La auriculoterapia puede ayudar a disminuir la ansiedad y el apetito, a reducir la retención de líquidos, y eliminar toxinas, así como a favorecer un estado emocional más equilibrado, con una sensación de mayor bienestar gracias a la liberación de endorfinas, lo que puede contribuir a aumentar la fuerza de voluntad. Se trata, por consiguiente, de una técnica muy interesante y beneficiosa y, aunque en muchas ocasiones los resultados pueden notarse rápidamente, en otros casos más complejos se suele requerir varias sesiones para que los efectos se hagan evidentes y se consoliden.

No obstante es una técnica con muy pocos efectos secundarios suele tener poca eficacia en aquellos casos en que se toman altas dosis de psicofármacos, estando contraindicada en caso de que la oreja esté afectada por quemaduras, cortes o eczema, si está roja o irritada.

Por José María Guillén Lladó

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