¿Qué es el Biomagnetismo Terapéutico?
El Biomagnetismo terapéutico consiste en la utilización de imanes de neodimio, con unas potencias que oscilan entre 1.000 y 20.000 gauss, que se aplican sobre el cuerpo humano en puntos anatómicos de acupuntura. Cuando se pone el imán en estos puntos el paciente experimenta relajación y bienestar y, después de la terapia, un mayor equilibrio bioenergético que puede facilitarle una mejor calidad de vida.
Una de las principales vías para contraer enfermedades la constituyen los patógenos (bacterias, virus, hongos) que se adquieren por contagio o se incrementa su presencia debido a un terreno orgánico excesivamente ácido o alcalino. El imán colocado sobre el cuerpo humano consigue cambiar el pH del punto donde colocamos el imán. El pH (potencial de Hidrógeno) marca la alcalinidad y acidez. El pH más idóneo para nuestro organismo es 7.3, es decir, ligeramente alcalino, pero cuando éste pH se encuentra por debajo, el cuerpo se acidifica y se vuelve un terreno apto para la proliferación de algunas bacterias y virus. En el momento que colocamos el imán sobre el punto anatómico del cuerpo empezamos a cambiar su pH, consiguiendo que recupere su punto de acidez-alcalinidad idóneo.
Los imanes están demostrando una utilidad muy clara en enfermedades comunes, enfermedades crónicas y de origen inflamatorio, lesiones articulares y musculares, y también en enfermedades psicosomáticas como pueden ser el nerviosismo, insomnio, algunos traumas, etc. También es muy útil como prevención, ya que permite equilibrar y armonizar estados patológicos antes de que se manifiesten sintomáticamente. Colocados sobre puntos anatómicos craneales como las zonas temporal, parietal, seno frontal, hipófisis, prehipófisis, sien, maxilar…, tienen unos resultados muy claros ya que activan zonas que actúan ralentizadas por la edad del paciente, y calma otras que actúan de forma hiperactiva.
El descubridor de esta terapia, llamada también Par Biomagnético, es el médico y cirujano mexicano Dr. Isaac Goiz Durán. Comenzó sus investigaciones en este campo en la década de los 80 y, durante casi 20 años investigó en qué zonas del cuerpo los patógenos asociados a enfermedades son más vulnerables al campo magnético del imán. Confeccionó una lista inicial de 316 pares biomagnético.
La doble polaridad del Biomagnetismo Terapéutico es fundamental para conseguir efectos más eficaces que algunos aparatos de magnetoterapia que trabajan solamente con una polaridad, la norte-negativa, que tiene efectos antiinflamatorios en la zona de aplicación. Al trabajar con dos polaridades el efecto es más amplio y efectivo, ya que se impactan entre sí y ejercen una fuerza de equilibrio entre los iones moleculares positivos y negativos del cuerpo. Por ejemplo, si las bacterias son susceptibles a la polaridad negativa-norte, y los hongos a la positiva-sur, necesitamos las dos polaridades para realizar la terapia.
La colocación de los imanes se realiza siguiendo un test kinesiológico, sencillo y efectivo, permaneciendo los imanes colocados una media de 30 minutos. Actualmente se está utilizando en España, Andorra, Italia, países latinoamericanos y EE.UU. Es una terapia segura y sin efectos secundarios, aunque está contraindicada en pacientes con marcapasos y desaconsejada en mujeres embarazadas, así como en personas tratadas con radioterapia y quimioterapia (con un mínimo de un año de antigüedad).