Conexión profunda

REIKI

Origen

La tradición del Reiki se remonta a escritos en sánscrito de hace unos 2500 años, pero no ha sido
hasta el siglo XIX, con su redescubrimiento por parte de un monje japonés llamado Mikao Usui,
que su práctica se ha extendido por Occidente, siendo hoy en día uno de los métodos más
utilizados dentro del mundo de las terapias alternativas para tratar de alcanzar el equilibrio en
nuestra salud.

¿Qué es el REIKI?

El Reiki es una terapia complementaria caracterizada por la imposición de manos sobre el
cuerpo.
Su objetivo es restablecer el equilibrio físico, energético y emocional basándose en la idea de que
la energía fluye a través de nosotros.
La terapeuta no representa pues, más que un canal que conduce y redirige dicha energía hacia
los lugares donde existe un bloqueo utilizando para ello sus manos.

Beneficios del REIKI

  • aumento del sistema inmunológico
  • disminución de la presión arterial
  • aumento de la vitalidad
  • aumento de la claridad mental y la concentración
  • reducción de los efectos secundarios en tratamientos farmacológicos
  • aceleración de los tiempos de recuperación en lesiones y enfermedades
  • liberación de emociones enquistadas
  • desarrollo de la conciencia corporal
    En qué casos se recomienda
  • ansiedad
  • estrés
  • insomnio
  • agresividad
  • en casos de dolor crónico (artritis, artrosis, migrañas…)
  • como complemento a los cuidados paliativos


Metodología

El procedimiento es muy sencillo: simplemente la persona se tumba en camilla, completamente
vestida, en un entorno que invita a la relajación, y la terapeuta va colocando sus manos en
diferentes partes del cuerpo, incluidos los chakras, y que van desde la cabeza hasta los pies.
El objetivo es deshacer los bloqueos y reconducir la energía de manera que vuelva a fluir de una
manera equilibrada a través de nuestro cuerpo recuperando así nuestra propia energía vital.
Para que el Reiki tenga un efecto real y duradero, se ha de seguir un proceso alargado en el
tiempo cuya duración específica dependerá de cada situación y de cada persona, siendo una
variable importante a tener en cuenta, la cronicidad de los síntomas que se presenten.
En cualquier caso, se recomienda hacer un mínimo de cuatro sesiones.

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